"Si llegara a corroborarse que los computadores personales en efecto pertenecían a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no existe evidencia que indique que los documentos disponibles para el público pudieran servir de base para ninguna de las afirmaciones extremistas hechas por el gobierno colombiano en cuanto a que Ecuador y Venezuela tuvieran algún tipo de relación financiera con los rebeldes", asegura el texto.
Entre los firmantes de la carta se encuentran Charles Bergquist, Larry Birns, Diana Paton, Miguel Tinker Salas y Mark Weisbrot.
A continuación, el texto íntegro de la carta:
Hacia finales de este mes la Organización Internacional de Policía Criminalística (Interpol) determinará públicamente la autenticidad de los computadores portátiles recuperados en un campamento rebelde en Ecuador, luego del ataque a dicho refugio rebelde por parte del gobierno colombiano. Considerando la cobertura previa por parte de la prensa de la incursión y de los documentos, es para nosotros de suma importancia que los medios de comunicación interpreten de manera muy cuidadosa los hallazgos hechos por la Interpol. Durante la primera ronda de la cobertura del evento por los medios de comunicación, surgieron considerables problemas de inconsistencia precisamente como resultado de la brecha existente entre las exageraciones de Colombia y lo que realmente dicen los documentos.
Incluso si llegara a corroborarse que los computadores personales en efecto pertenecían a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no existe evidencia que indique que los documentos disponibles para el público pudieran servir de base para ninguna de las afirmaciones extremistas hechas por el gobierno colombiano en cuanto a que Ecuador y Venezuela tuvieran algún tipo de relación financiera con los rebeldes. De hecho, análisis independientes de los documentos indican que el gobierno colombiano ha exagerado de manera sustancial el contenido de estos documentos, quizás con fines políticos. Cualquier cobertura mediática de los hallazgos de la Interpol deberá dejar en claro que muchas de las acusaciones colombianas ya han sido ampliamente desacreditadas.
La interpretación colombiana ha probado ser tan débil que la semana pasada el señor José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, al rendir testimonio ante el Subcomité de la Cámara encargado de Asuntos del Hemisferio Occidental, indicó de manera inequívoca que "no existe evidencia" que vincule a Venezuela con los rebeldes colombianos. No obstante, esta afirmación de Insulza ha pasado virtualmente desapercibida para la prensa de habla inglesa.
Los analistas citan tres fallas primarias en las imputaciones hechas por el gobierno colombiano sobre los nexos entre Venezuela y las FARC:
El "Dossier": La idea de que el gobierno venezolano le proporcionó - o intentó proporcionarle - 300 millones de dólares a las FARC se basa exclusivamente en este extracto de una carta enviada por Raúl Reyes a la secretaría de las FARC:
"En cuanto a los 300, los cuales en adelante denominaremos "dossier", actualmente se están adelantando esfuerzos en atención a las órdenes del jefe al lisiado, las cuales explicaré en una nota aparte".
No hay una descripción clara de qué representan los "300". Mientras los colombianos aseguran que se trata de una referencia a los 300 millones de dólares, igualmente podría tratarse de trescientos dólares o incluso trescientos rehenes. Nótese que esta carta tiene fecha del
23 de diciembre de 2007, dos semanas antes de la primera ola de liberación de rehenes por parte de las FARC.
El Contacto: Para poder creer que Hugo Chávez le estaba dando apoyo material a las FARC - más allá de su rol como negociador de rehenes - hay que aceptar que la persona a la cual los documentos de las FARC denominan bajo el nombre código "Ángel" es en efecto Hugo Chávez. Sin embargo, los documentos hacen referencia tanto a "Ángel" como a "Chávez", a veces en el mismo párrafo. Da la impresión de que los documentos se refieren a dos personas distintas.
El Tiempo: Adam Isacson, del Centro para la Política Internacional , ha hecho la evaluación más amplia de los documentos disponibles.
Además de los puntos anteriores, Isacson concluyó que la comunicación entre el gobierno de Venezuela y las FARC coincidió casi exclusivamente con el período de tiempo durante el cual Chávez fue invitado a hacer las veces de mediador en las negociaciones por los rehenes.
Según palabras del propio Isacson, "Al ser consideradas en orden cronológico, las comunicaciones de la guerrilla que hacen referencia a Hugo Chávez y a Venezuela parecen revelar una relación cordial pero distante hasta el otoño de 2007" , exactamente el tiempo en que se iniciaron las negociaciones.
Nótese también que ya se ha probado la falsedad o lo sospechoso de otras acusaciones colombianas relacionadas con los computadores portátiles. Cabe destacar que las afirmaciones que indicaban que las FARC estaban conspirando para construir una "bomba sucia" fueron desechadas públicamente por el gobierno de Estados Unidos y por expertos en terrorismo de toda la región. Además se probó la falsedad de las acusaciones de Colombia sobre el hallazgo de una fotografía en los computadores portátiles y que mostraba una reunión entre líderes de las FARC y un funcionario del gabinete ecuatoriano.
Aquí la discusión se trata del apoyo al terrorismo por parte del estado, y en el clima político actual nunca había habido tanto en juego. Dada la sensibilidad y las potenciales implicaciones para la paz en el hemisferio, es de vital importancia que los medios de comunicación sean más críticos que lo que han sido hasta la fecha con su propia cobertura. Cualquier cobertura imparcial del próximo pronunciamiento de la Interpol dejará en claro que la autenticación de los computadores portátiles no implica la validación de las interpretaciones colombianas de su contenido, y debería tomar nota tanto del análisis independiente de los documentos como de la declaración del Secretario General de la OEA.
Atentamente,
Charles Bergquist, University of Washington, Seattle Larry Birns, Council on Hemispheric Affairs Amy Chazkel, Queens College, City Univerity of New York Avi Chomsky, Salem State College Luis Duno Gottberg , Florida Atlantic University James Early, TransAfrica Forum Board of Directors and Institute for Policy Studies Board of Directors Samuel Farber, Brooklyn College, City University of New York Sujatha Fernandes, Queens College, City University of New York Lesley Gill, American University Greg Grandin, New York University Daniel Hellinger, Webster University Forrest Hylton, New York University Diane Nelson, Duke University Jocelyn Olcott, Duke University Diana Paton, University of Newcastle, UK Fred Rosen, North American Congress on Latin America T.M Scruggs, University of Iowa Sinclair Thomson, New York University Miguel Tinker Salas, Pomona College Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research John Womack, Harvard University.